¿Cómo repercute la jubilación en la salud?
Dejar de trabajar reduce casi un 30 por ciento los síntomas depresivos y provoca que se adopten hábitos de vida más saludables Así lo concluye el estudio «'Jubillennials': el impacto de la jubilación en la salud a partir de los 65 años», realizado por Vivaz, la marca de seguros de Salud de Línea Directa, entre 1.700 españoles de entre 55 y 75 años.
En contra de la creencia generalizada de que la jubilación favorece la depresión, este estudio pone de manifiesto que reduce sus síntomas. En concreto, el porcentaje de españoles de 55 a 64 años que presentan síntomas depresivos es un 27% mayor que el de los mayores de 65 años que ya se han jubilado.
Según el informe, la disminución de los síntomas depresivos en los jubilados tras dejar de trabajar pueden ser consecuencia de un cambio favorable en su estilo de vida. El estrés y el sedentarismo que caracterizan la vida activa dan paso a unos hábitos de vida mucho más saludables.
De hecho, el porcentaje de españoles de 65 a 75 años que realiza ejercicio de forma regular aumenta un 28 por ciento respecto a los 10 años previos al retiro. Además, se sigue la dieta mediterránea con más asiduidad (+12%), se fuma y se bebe mucho menos (-61% y -6%, respectivamente) y se está más satisfecho con la vida social en general (+9%).
Otros resultados del estudio son que los ciudadanos de 65 a 75 años suelen medicarse más que las personas próximas a la jubilación (+21%). En muchos casos, esta tendencia lleva a la polimedicación (consumir 5 medicamentos o más al día), que se incrementa un 107% tras dejar de trabajar, lo que tiene una función más preventiva que terapéutica, ya que estos medicamentos generalmente son para evitar factores de riesgo, como el colesterol o la hipertensión.
Pese al buen estado de salud en general, la depresión y la ansiedad no son patologías infrecuentes entre los españoles de 55 a 75 años. De hecho, el 18,5% de los españoles en esa franja de edad tiene síntomas depresivos, un porcentaje superior al que presentan problemas médicos aparentemente más comunes como la falta de audición (17,3%), las jaquecas (16,5%), las dolencias coronarias (15,7%) o las respiratorias (11,4%).