Perspectiva
Temporalidad, un problema que “corrompe” el SNS
Reclamamos medidas ambiciosas y eficaces para acabar con el abuso de la temporalidad.
No han sido ni uno ni dos los pronunciamientos de la justicia europea en torno al abuso de la temporalidad en el empleo público de nuestro país.
Hace ya ocho años, y a raíz de un recurso de una enfermera del Sermas, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) recriminó a España que permitiese que los servicios de salud abusasen del encadenamiento de contratos temporales obviando las normas laborales europeas sobre la materia.
Desde entonces, la presión procedente de Europa vinculada a la recepción de ayudas económicas y la persistente reclamación de los trabajadores han llevado a tomar cartas en el asunto a las mismas administraciones que durante años han permitido y promovido una práctica laboral claramente perjudicial para los profesionales.
Abuso
El abuso de la temporalidad se ha cebado especialmente en nuestra profesión. Un abuso que hemos denunciado ante todas las administraciones implicadas.
La minusvaloración histórica a nuestro trabajo ha constituido el caldo de cultivo perfecto para que fueran las enfermeras las candidatas ideales para encadenar contratos durante años sin importar el dónde, el cuándo y el porqué.
No da igual
Qué más da que un día estén destinadas en un servicio y otro día en otro, qué importa que mañana estén en un hospital y en un centro de salud a la semana siguiente… da igual si valen para todo en cualquier momento, lugar y situación.
Con estas premisas burdas e interesadas se justificaba una de las peores estrategias de gestión, sino la principal, de nuestro sistema sanitario.
La estabilidad laboral que se traduce, en nuestro caso, en la continuidad de los cuidados es la mayor garantía de una atención segura y de calidad. Así lo hemos defendido en todas las mesas de negociación.
Conocimiento
La práctica ordinaria en un mismo entorno laboral, el conocimiento de sus peculiaridades, de los recursos existentes… Conocer a los pacientes y sus específicas necesidades, poder hacer un correcto seguimiento, avanzar en la evolución del problema es, en definitiva, lo que puede y debe propiciar un óptimo cuidado enfermero.
Lo sabemos los profesionales, lo saben los pacientes y lo saben también los que han querido hacer oídos sordos durante tanto tiempo porque les ha movido siempre la rendición de cuentas económicas en base a unos intereses que, en muchos casos, no son los de proteger y fomentar el derecho a la salud de todas las personas.
Ahora, y obligados como decía, han puesto en marcha un proceso excepcional de estabilización con el objetivo de reducir la temporalidad en el conjunto del SNS. Se dieron de plazo hasta finales de este año y ya nos consta que distintas comunidades autónomas no lo culminarán hasta bien entrado el próximo año. En todo caso, es una solución parcial e insuficiente que no resuelve el problema de raíz.
Pruebas selectivas
Para ello, y desde hace tiempo, venimos reclamando al Ministerio de Sanidad y a la comunidades autónomas que adopten medidas ambiciosas y realmente eficaces, como la convocatoria bienal, como mínimo, de pruebas selectivas en cada servicio de salud.
Propuestas todas que se han ido trasladando en las sucesivas reuniones celebradas en el marco del Ámbito de Negociación con el Ministerio de Sanidad de cara a reformar el Estatuto Marco.
Son posibles y necesarias. Lo que falta es la voluntad política de resolver, de una vez por todas y para siempre, un problema que perjudica a los trabajadores y que “corrompe” el funcionamiento de nuestro sistema sanitario.