Laboral

Las enfermeras trabajan en un entorno laboral con múltiples riesgos para su salud

Las enfermeras sufren más de un centenar de riesgos laborales, muchos de ellos, no de manera puntual, sino permanente en el tiempo.

SATSE ha denunciado que los centros de trabajo de las enfermeras se han convertido en un entorno laboral en el que se concentran numerosos riesgos y amenazas para su salud y seguridad que van aumentando con el paso de los años de trayectoria profesional.

Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo 2025, que se celebrará el próximo 28 de abril, SATSE subraya que son más de un centenar los riesgos laborales que sufren estas profesionales sanitarias, muchos de ellos no de manera puntual sino permanente en el tiempo.

Entre otros, existen riesgos ambientales (radiaciones ionizantes y no ionizantes, vibraciones, temperaturas extremas, ruido…); ergonómicos (manipulación manual de cargas, bipedestación, sedestación, flexiones del tronco…); químicos (medicamentos peligrosos, alergias a material…), riesgos biológicos (contagios por cortes, pinchazos, rubeola, sarampión, varicela zóster, toxoplasmas…) y riesgos psicosociales (burnout, sobrecarga laboral y emocional, agresiones…).

Turnos

También tienen que trabajar a turnos diurnos y nocturnos, festivos y guardias y tienen un contacto diario con la enfermedad y el dolor de otras personas que, en algunos casos, fallecen.

Todo ello tiene mucho que ver con el impacto emocional que las enfermeras sufren, “y que va haciendo mella en una profesional cuyo trabajo es atender y cuidar a otras personas que lo necesitan”, añade.

Talón de Aquiles

Una realidad frente a la que Gobierno y consejerías de Sanidad elaboran y aprueban normativas, protocolos y estrategias de actuación que tienen un mismo “talón de Aquiles”, que es la falta de una implementación efectiva, eficiente y continuada en el tiempo.

La acción de la administración se queda, en muchos casos, en el papel y su repercusión no llega bien al trabajador

El Sindicato de Enfermería subraya que estas difíciles condiciones de trabajo son el “día a día “del profesional durante los más de 40 años de prestación de servicios hasta alcanzar la edad de jubilación que, en algunos casos, supera los 67 años de edad. Sus consecuencias, además, se hacen más visibles y patentes en los últimos años de trayectoria laboral.

Jubilación anticipada

Por ello, SATSE reitera la urgente necesidad de que el Gobierno posibilite la jubilación anticipada voluntaria de las enfermeras. Algo que permite la Ley General de la Seguridad Social al regular que la edad mínima exigida para tener derecho a la pensión de jubilación puede ser rebajada para aquellas profesiones penosas, tóxicas, peligrosas o insalubres, y que acusen elevados índices de morbilidad y mortalidad.

El Sindicato recalca que Enfermería cumple todos los requisitos legales para acceder a la jubilación anticipada, y así se lo trasladó en la solicitud fundamentada en evidencia científica que presentó al Ministerio de Seguridad Social, en 2021.

“El Gobierno está demostrando, con su inacción, su falta voluntad política para proteger a un colectivo profesional que trabaja bajo condiciones de alto riesgo físico, mental y psicosocial…”, afirma. 

SATSE incide, además, en el hecho de que los colectivos profesionales que ya disfrutan de este derecho laboral están formados mayoritariamente por hombres (mineros, bomberos, policías…), “mientras que el de Enfermería, eminentemente femenino, sigue en la ‘sala de espera’ ya que se vincula erróneamente la dureza laboral con comportamientos asociados al género masculino”, concluye.