El número de personas mayores de 90 años sigue aumentando y enfrenta al SNS a su mayor reto

Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su "Estadística Continua de Población" muestran un claro incremento en la cifra de personas mayores de 90 años en la última década. Si en 2013 el número de personas nonagenarias y centenarias en España era de 384.567 personas, en diez años la cifra ha aumentado un 58,29% hasta alcanzar las 608.321 personas. Estos datos positivos suponen una tendencia que, a juzgar por los datos, continuará durante los próximos años y que pone el foco en el crecimiento de la demanda de profesionales sanitarios que se avecina y en la importancia gradual que los cuidados van a adquirir.

La esperanza de vida

Según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad en el informe sobre la esperanza de vida en España en 2022, la esperanza de vida ha comenzado a recuperarse tras el impacto de la pandemia de COVID-19, aunque todavía sin alcanzar los niveles pre-pandemia. En 2022, la esperanza de vida al nacer en España fue de 83,1 años, 80,3 en hombres y 85,8 en mujeres. 

Los años de vida saludable al nacer, que en 2022 fueron 79,3 (77,5 en hombres y 81,2 en mujeres), representan que el 95,5% de la esperanza de vida de una persona en España puede ser vivida sin limitaciones por problemas de salud. Se observa un leve descenso con respecto a 2021, lo que indica un posible aumento de las enfermedades crónicas y discapacidades que afectan la calidad de vida de las personas mayores.

El aumento de la longevidad y el envejecimiento de nuestra población es un hecho constatado. La pregunta es, ¿está el Sistema Nacional de Salud preparado y preparándose para hacer frente a esta situación?

Se necesitan más enfermeras y fisioterapeutas

El Sindicato de Enfermería lleva años alertando de esta problemática y de la necesidad de reforzar las plantillas de trabajadores sanitarios y especialmente de enfermeras y fisioterapeutas, dos figuras claves en el tratamiento y cuidado de los pacientes más mayores. Es imperativo aumentar las plantillas y acabar con el déficit crónico y estructural de profesionales de Enfermería y Fisioterapia que sufre desde hace años nuestro SNS.

Tener pacientes más longevos supone también enfrentarse a personas con enfermedades crónicas y pluripatologías que necesitan más que un seguimiento y unos cuidados discontinuos. El tratamiento y cuidado de la enfermedad crónica debe abordarse desde equipos interdisciplinares que garanticen la continuidad en los cuidados y que fomenten la máxima participación y autonomía del paciente y de su entorno. En estos equipos, las enfermeras generalistas así como las especialistas en Familiar y Comunitaria y en Geriatría  y las fisioterapeutas tendrán un papel destacado en la asistencia al envejecimiento y la cronicidad .

Las enfermeras gestoras de casos también serán cada vez más importantes ya que favorecen la accesibilidad de los pacientes crónicos, complejos y/o pluripatológicos al sistema sanitario. Trabajan además la coordinación entre profesionales y niveles asistenciales facilitando al paciente todos los recursos sanitarios y sociosanitarios que pueda requerir, lo que será de gran ayuda para toda esa población mayor y sus familias ya que será su enlace, referente y guía a lo largo de todo el proceso asistencial.

La población española aumenta

Pero el tratamiento a pacientes mayores no será el único reto al que nuestro SNS va a tener que hacer frente, también debe tener en cuenta el aumento de la población. Según la estadística publicada hoy por el INE, la población residente en España creció en 134.890 personas en el tercer trimestre y se situó en 48.946.035 habitantes a 1 de octubre de 2024.

Las comunidades autónomas que más han crecido son la Comunidad Valenciana (0,54 por ciento), Comunidad de Madrid (0,46 por ciento) y Cataluña (0,39 por ciento).

Estos datos refuerzan las demandas del Sindicato de Enfermería para aumentar el número de profesionales y asegurar unas ratios enfermera-paciente que garanticen una atención segura y eficaz para la población, especialmente en los centros de salud, donde una enfermera puede tener una población asignada que supera las 1.500 personas y en los centros sociosanitarios, como las residencias de mayores, donde una profesional puede llegar a tener más de 150 personas a su cargo.