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Mayores, autónomos y residentes en edificios "cohousing"

Los inmuebles “cohousing son un modelo de vivienda colaborativa en la que sus residentes o socios diseñan y autogestionan el edificio en el que viven.

Mayor, autónoma y con ganas de colaborar y compartir experiencias. Este es el perfil de la persona que decide vivir en inmuebles “cohousing (collaborative housing)”.

Se trata de un modelo de vivienda colaborativa en la que sus residentes o socios diseñan y autogestionan el edificio en el que viven. En el edificio se integran viviendas privadas con zonas comunes amplias de las que también se encargan ellos y que funcionan como una extensión de los pisos particulares.

Asentado en otros países europeos y con un creciente numero de adeptos en España, este modelo de residencia surge como una respuesta a aquellas personas que quieren vivir con la misma autonomía que tenían antes de jubilarse, sin depender ni ser una carga para nadie, y, al mismo tiempo, huir de la soledad o el aislamiento.

Este tipo de comunidad suele constituirse como una cooperativa en la que se organizan y se reparten todas las tareas, aprovechando las sinergias personales y profesionales de sus socios, y también las funcionales, en virtud de la arquitectura y disposición del inmueble y los terrenos que lo rodean.

La vivienda colaborativa mantiene un equilibrio entre la vida privada y la vida comunitaria. Son complejos en los que cada residente dispone de un apartamento propio (salón, dormitorio, cocina, baño…), pero también hay una intención muy intensa de vida colaborativa que se desarrolla en espacios comunes, como la biblioteca, el comedor, aulas para talleres, jardines...

Lo que prima es el cuidado entre todos y la ayuda integral centrada en la persona, es decir, promocionar la salud de una manera personalizada de acuerdo con las necesidades de cada uno de los inquilinos. Además, todos los proyectos cuentan con habitaciones preparadas para aquellos socios que necesiten atenciones especiales.

Son comunidades autogestionadas, en las que los residentes resuelven aspectos de la vida colectiva a través de comisiones. Son comunidades auto promovidas, lo que supone que el inmueble no se adquiere a una promotora, sino que son los socios quienes proyectan y construyen las viviendas.

Por ello, lo habitual es que se constituyan en una cooperativa de consumidores y usuarios, sin ánimo de lucro, que ostenta la propiedad del inmueble y cede a cada miembro el derecho a uso de apartamentos y espacios comunitarios. En el momento de la creación, se establece la aportación de un capital social inicial  que sufrague la compra de un terreno, el proyecto arquitectónico y la posterior edificación, y que se retornan cuando un socio abandona la cooperativa o fallece.

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