Enfermería y arte, unidos por Marisol Caldito

Siempre lo llevó en la sangre. A los 13 años descubrió que su pasión, además de la Enfermería, era pintar y a ello se ha dedicado desde entonces. Marisol Caldito Aunión, natural de Badajoz, ha compaginado durante años la profesión de enfermería y la pintura. “Durante muchos años fui una enfermera que pintaba. Hoy, ya jubilada, soy un pintora que trabajó como enfermera”.

La trayectoria artística de Marisol Caldito comenzó cuando le regalaron su primer maletín de pintura. Luego estudió Enfermería ya que le atraía, porque así podría ser util. Era una actividad en la que podría ayudar a los demás”, señala. Más tarde, abordaría los estudios de Bellas Artes, el doctorado y un máster en Areterpia y terapias creativas integradas.

Su última exposición ha tenido lugar en el patio del sevillano Hospital Virgen del Rocío. Fue su marido, también enfermero y trabajador del centro asistencial, el que solicitó el espacio. “La experiencia, relata Marisol Caldito, fue positiva sobre todo cuando se hace en un espacio, el hospitalario, que es un lugar dotado de connotaciones negativas como la preocupación o la ansiedad por la salud propia o ajena. La visita a la exposición, en estas circunstancias, puede ayudar a evadir, relajar, distraer o, incluso, aportar una experiencia plancentera que haga mucho más llevadera la estancia”.

La diferencia entre exponer en una galería, donde la motivación es económica y de prestigio y donde la actividad está regida por el mercado del arte y de cara a una minoría, a hacerlo en el Hospital Virgen del Rocío es radical. “Exponer en un espacio cuya función no está destinada al arte es siempre una manera de acercarlo a todo tipo de público. Es lo que sucede con el arte urbano, con las exposiciones al aire libre o, como en este caso, en un recinto hospitalario”.

Sobre cómo ha influido su profesión, la de enfermería, con su pasión, la pintura, Marisol Caldito considera que no cree que haya incluido en la forma en que se desarrolla su faceta artística. De hecho, comenta que muchos la consideran una “excentricidad”, aunque “en mi promoción de Bellas Artes había otras profesionales de enfermería. Creo que esta inclinación hacia el Arte puede ser, en cierta medida, una forma de compensar la entrega a un aspecto como es la falta de salud”, concluye